domingo, 15 de noviembre de 2009

Los ingenieros de Google


La vida del ingeniero de Google.
Nuestra misión es organizar la información mundial y hacerla universalmente accesible y útil, para esto se requiere de un pensamiento de carácter excepcional y conocimientos técnicos.

Estas son algunas de las cosas que hacemos para facilitar la motivación, la inspiración en nuestra fuerza de trabajo:

• Trabajamos en equipos pequeños para promover la espontaneidad, la creatividad y la velocidad.
• Escuchamos a cada idea, en la teoría de que cualquier Googler puede venir con el siguiente avance.
• Suministramos los medios para convertir grandes ideas en realidad.
• Ofrecemos libertad a nuestros ingenieros el 20 por ciento del tiempo de trabajo, de modo que son libres de trabajar en lo que realmente les apasiona. Por ejemplo Google Suggest, AdSense para contenido y Orkut se encuentran entre los muchos productos de este beneficio. Cómo trabajan los ingenieros en Google.
Nos parece interesante trabajar en la solución de los problemas más fascinantes y difíciles en las ciencias de la computación y hacer una diferencia positiva en las decenas de millones de vidas cada día.

El nuestro es un ambiente que celebra la diversidad y promueve el avance profesional. Nosotros nos encargamos extraordinariamente bien de nuestros empleados porque ellos son nuestro activo más valioso. Trabajamos duro para encontrar los mejores ingenieros del mundo, y trabajamos con la misma intensidad para mantenerlos aquí.

¿Cómo ser un ingeniero de Google?
Nuestra búsqueda de los mejores ingenieros del mundo se extiende por todo el mundo, vinculando a la perfección con nuestra dedicación para promover siempre un lugar de trabajo diverso. Nuestras oficinas de ingeniería también se distribuyen en todo el mundo, desde Ann Arbor hasta Zurich.

Hablando de la búsqueda, esto es sólo una de las muchas cosas que hacemos. Nuestras actividades se extienden a la informática en casi todas las áreas de las ciencias de la computación, incluída la recuperación de información, la inteligencia artificial y el procesamiento del lenguaje natural, distribuido a gran escala mediante el diseño de sistemas, redes, seguridad, compresión de datos y diseño de interfaz de usuarios.

El resultado es que el background de los ingenieros de Google varía enormemente. El rasgo que compartimos es el entusiasmo por el desafío de hacer del mundo un lugar mejor a través de la aplicación inteligente de la tecnología de la información.

Estamos buscando personas que:

• Tengan un amplio conocimiento y experiencia en diferentes áreas de la informática y las matemáticas.
• Tengan un mundo de habilidades en programación.
• Tengan una excelente comunicación y organización.
• Sean apasionados de su trabajo y sean grandes colegas.
• Disfruten de trabajar bajo presión (in a high-energy), en un ambiente no estructurado en pequeños grupos de trabajo (on very small project teams).
• Tengan diversos intereses y habilidades.

Los mejores Ingenieros


Sería un tanto pretencioso decir que hay ciertas características bien identificadas que definen a los mejores ingenieros, sobre todo porque cuando se presentan circunstancias especiales – como catástrofes, emergencias o problemas muy difíciles – los factores de peso pueden ser múltiples. Sin embargo, como se verá más adelante, existen cuatro virtudes que marcan una diferencia tan palpable que no es posible ignorarlas y en particular hacerlo en la formación de los futuros ingenieros trae consecuencias negativas.

La fórmula para “formar” a los mejores ingenieros del mundo parece sencilla: matemáticas, física, química, todas de buen nivel, cursos exigentes en el área técnica y profesional de la rama y un complemento que cubra las principales habilidades de gerencia y administración que tan necesarias resultan para el trabajo en el mundo empresarial actual.

Pero esa fórmula tiene un fallo: no ayuda por sí misma a obtener ciertas habilidades para las que la clave no es el contenido formativo, sino la práctica constante, el enfoque de los ejercicios, las situaciones a las que como parte de cada curso se expone a los alumnos, etc.

Sin más, esas cuatro virtudes o habilidades especiales tan deseables en un ingeniero son: el trabajo en equipo, cuidado por la seguridad, respeto por el usuario y pasión por el diseño. Ninguna puede considerarse más prioritaria que otra, puesto que usualmente son inherentes y concomitantes a cualquier proyecto.
El trabajo en equipo ni siquiera es una opción en ingeniería

Trabajar en equipo en ingeniería ni siquiera es una opción, pero que siempre se tenga que hacer no significa que siempre se haga bien. Hay mejores formas de trabajar en equipo y hay vicios que se le oponen directamente, como el protagonismo individualista, la inconsistencia en la planificación o en la definición de objetivos, las fallas en la comunicación, etc.

Muchos ingenieros deben aprender a trabajar en equipo en su vida profesional – por no haberlo aprendido en sus años de formación en la escuela de ingeniería – y mejorar cada vez más en ese aspecto a costa de perder eficiencia si no lo hacen.

Pero esa no es una opción en materia de seguridad donde las omisiones y negligencias pueden resultar en graves pérdidas económicas o humanas.

El mejor ingeniero en seguridad es el que la tiene presente a partir del mismísimo inicio de cada ciclo de ingeniería, desde el planteamiento de un proyecto, pasando por sus etapas de análisis y diseño, el respeto por las normas establecidas de seguridad y el recurso a principios más generales cuando las buenas prácticas no están bien identificadas, es lo que garantiza una solución segura para los usuarios finales.

En último caso, los riesgos no cubiertos, por cualquier razón, deben quedar claramente consignados en la documentación del proyecto.

Por tanto, la seguridad en ingeniería debe ser también un hábito del ingeniero. Ahora bien, la adquisición de un hábito puede hacerse en los años de formación, en ambientes donde los riesgos se controlan mejor, o puede hacerse en el ejercicio profesional con lo que el costo del aprendizaje corre por cuenta de los usuarios finales. Obviamente es mejor crear el hábito en los años de formación.

Pero esto no se logra si la seguridad se confina en la formación a uno o varios cursos independientes del resto – que usualmente se colocan al final de la carrera – como si la falta del hábito de la seguridad pudiera subsanarse con puros conocimientos teóricos. Es mejor que en cada proyecto, sin importar el curso o el contexto en el que se ejecuta, se exija al estudiante que cuide los aspectos de seguridad. Esta sí es una forma efectiva de crear el hábito. Requiere creatividad de parte de los catedráticos y evaluadores identificar los requisitos de seguridad en todo proyecto. Para encontrar indicios, se puede hacer la pregunta ¿qué tendría que tener este proyecto para no comprometer la seguridad de sus usuarios si fuera implementado en el mundo real?
Los productos de ingeniería tienen usuarios que merecen respeto

Los productos de ingeniería tienen usuarios que merecen respeto

De la misma forma se puede promover el respeto por el usuario final. En buena parte de los cursos de ingeniería se pierde el interés por la usabilidad de los productos finales, probablemente porque se enfatiza la calidad técnica de la solución, es decir sus mecanismos internos de funcionamiento, su eficiencia en el proceso, el costo mínimo, etc. No es difícil olvidar que alguien será el usuario final de la solución y que la eficiencia técnica no sirve de mucho si el artefacto es imposible de usar, sin mencionar que el costo de soporte de un mecanismo complicado para el usuario se eleva hasta anular cualquier ahorro en su fabricación.

En relación al diseño pareciera una redundancia recalcar lo importante que es. Todo proyecto de ingeniería debería empezar su etapa de construcción con un diseño bien estructurado. El hecho de que no suceda así es indicativo de que algo falta para hablar de verdadera ingeniería.

Nuevamente el énfasis se traslada demasiado rápido al reto técnico de la construcción, con todas sus variables, materiales, tecnología y trabajo práctico y se obvia o disculpa el paso y la evaluación de un buen diseño, hasta convertirse en algo habitual, es decir, un vicio, el vicio de no diseñar.
Más que inculcar el hábito lo que la escuela de ingeniería debería lograr es despertar en el futuro profesional una pasión tal por el diseño que nunca pueda plantearse ni remotamente empezar una etapa de construcción sin un diseño bien definido.

Tomado de:
http://ingenieriasimple.com/blog/?p=301