sábado, 25 de octubre de 2008

Los cientificos premiados

CINCO CIENTÍFICOS, LÍDERES EN EL MUNDO DE LA CREACIÓN DE NUEVOS MATERIALES AL SERVICIO DE LA HUMANIDAD, PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y TÉCNICA

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Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica

04-Junio-2008

Cinco científicos, líderes en el mundo de la creación de nuevos materiales al servicio de la Humanidad: Sumio Iijima, físico; Shuji Nakamura, ingeniero; Robert Langer, ingeniero; George M. Whitesides, químico, y Tobin Marks, químico, han sido galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2008 según ha hecho público hoy en Oviedo el Jurado encargado de la concesión del mismo.

Referentes mundiales de la Nanotecnología, estos científicos han creado nuevos y revolucionarios materiales y técnicas trascendentales para la lucha contra enfermedades, como las relacionadas con el cerebro y el cáncer, y la producción de tejidos y órganos artificiales. Sus trabajos destacan también por su contribución a la protección del medio ambiente y al ahorro energético, mediante la utilización de nuevas fuentes de energía limpias y de producción a bajo coste.

Todas estas innovaciones tecnológicas y descubrimientos científicos tienen una especial importancia en la lucha contra la pobreza, como la potabilización de agua de forma barata en las áreas más deprimidas del planeta. En esta lucha hay que destacar también la posibilidad de que en estas áreas geográficas se utilicen fuentes luminosas de bajo coste y reducido consumo energético.

El Jurado de este Premio (convocado por la Fundación Príncipe de Asturias) estuvo presidido por Enrique Moreno, e integrado también por José Luis Álvarez Margaride, Juan Luis Arsuaga, Juan Ignacio Cirac, Pedro Miguel Echenique, Juliana Fariña González, Antonio Fernández-Rañada, Luis Fernández-Vega Sanz, Santiago Grisolía, María del Carmen Maroto Vela, Petra Mateos, Amador Menéndez Velázquez, Rafael Nájera Morrondo, César Nombela Cano, Fernando Ortíz Maslloréns, Ana Pastor, Miguel Ángel Pesquera, Eduardo Punset, José Ramón Quirós García, Julio R. Villanueva, Guillermo Suárez Fernández, Guillermo Ulacia y José Antonio Martínez-Álvarez (secretario).

Esta candidatura ha sido propuesta por Amador Menéndez, miembro del Jurado del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2008. Apoyada por los Nobel de Química Roald Hoffman, Robert H. Grubbs y Harold Kroto, así como por Joan Massagué, uno de los científicos que lideran la lucha contra el cáncer y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2004.

Sumio Iijima nació en Saitama (Japón) en 1939. En 1991 descubrió los nanotubos de carbono, materiales hechos a base de átomos de carbono, y su potencial inherente. Son las fibras más resistentes conocidas hasta el momento, lo que da lugar a una nueva generación de materiales ultraligeros y ultrarresistentes. Estos versátiles materiales, excelentes conductores del calor y la electricidad que pueden comportarse como metales o semiconductores, podrían revolucionar los campos de la electrónica y la computación, entre otras muchas aplicaciones. Una de ellas revierte directamente en el campo de las energías renovables, al haberse demostrado que los nanotubos de carbono son unos candidatos excepcionales al almacenamiento seguro del hidrógeno, uno de los combustibles del futuro.

Licenciado en Ingeniería por la Universidad de Electrocomunicaciones de Tokio (1963), se doctoró en Física por la Universidad Tohoku de Sendai en 1968. Es profesor de la Universidad Meijo, director del Centro de Investigación para el Avance de los Materiales de Carbón del Instituto Nacional de Ciencia Industrial Avanzada y Tecnología de Japón, investigador titular asociado de la NEC Corporation y decano del Instituto Avanzado de Nanotecnología de la Universidad de Sungkyunkwan (Seúl, Corea del Sur).

Iijima es miembro de las principales sociedades científicas japonesas, europeas y estadounidenses y posee la Medalla Benjamin Franklin de Física (EE.UU., 2002), la de la Sociedad Americana del Carbón (2004) y la John M. Cowley de la Federación Internacional de Sociedades de Microscopía (2006). Entre los últimos reconocimientos que ha recibido destacan el Premio de la Sociedad Japonesa de Física Aplicada (2002), el Imperial Award (Japón, 2002), el J. C. McGroddy de la Sociedad Americana de Física (2002), el Agilent Technologies Europhysics Prize de la Sociedad Europea de Física (2002), el de Ciencias Físicas de la Sociedad de Microscopía de América (2005), el Balzan (Suiza, 2007), el Fujiwara (Japón, 2007), el Gregori Aminoff en Cristalografía de la Real Academia Sueca de Ciencias (2007) y el Kavli en Nanociencia (Noruega, 2008).

Shuji Nakamura (Ehime, Japón, 1954), nacionalizado estadounidense, Nakamura es el inventor de los LED (Light Emitting Diode) o diodos emisores de luz verdes, azules y blancos. Se trata de una revolucionaria fuente lumínica de gran eficiencia, larga vida y un consumo energético mucho más reducido que el de las fuentes tradicionales, como la bombilla incandescente. Considerada la iluminación del futuro, los LED tienen un enorme potencial en zonas subdesarrolladas, a las que no llega el suministro eléctrico.

Ha desarrollado también el LED ultravioleta que permite la esterilización del agua potable, lo que puede suponer una gran mejora en las condiciones de vida y de salud de decenas de millones de personas del Tercer Mundo. Otro de sus grandes logros es el láser azul, con importantes aplicaciones en la optoelectrónica y el almacenamiento de datos. Este láser ha dado lugar a la tecnología blu-ray, mediante la cual es posible quintuplicar el volumen de información almacenado en dispositivos como el DVD. Ha publicado 390 artículos en revistas científicas del más alto prestigio, que han sido referenciados 18.936 veces por sus colegas, derivando en un excepcional índice h de 108. Asimismo, tiene 448 patentes aprobadas o en vías de tramitación.

Licenciado en Ingeniería Electrónica en la Universidad de Tokushima (1977), donde se doctoró en 1994. En 1979, ingresó en la empresa japonesa Nichia, donde trabajó hasta 1999. Desde entonces, es profesor e investigador de la Universidad de California-Santa Bárbara (EE.UU.). Entre los galardones que posee destacan el de la Society for Information Display (EE.UU., 1996), el Premio de Electrónica Cuántica del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (EE.UU., 2002), el Rank Prize (Reino Unido, 1998), la Medalla Benjamin Franklin (EE.UU., 2002) y el Premio de Tecnología del Milenio (Finlandia, 2006), considerado el Nobel de Tecnología.

Robert Langer nació en Albany (EE.UU.) en 1948. Está considerado el padre de la liberación inteligente de fármacos, por el desarrollo de novedosos materiales biomiméticos en forma de polímeros, nanopartículas o chips, que posibilitan la distribución controlada de fármacos por el cuerpo humano. Esto permite el transporte seguro y la administración de las dosis justas y controladas de medicamentos, incidiendo directamente en las células malignas y permitiendo una liberación prolongada en el tiempo, lo que aumenta notablemente su eficacia. Sus investigaciones han permitido tratar con éxito varios tipos de cáncer, como el de próstata y cerebro. También es uno de los pioneros en la ingeniería de tejidos, al lograr la reconstrucción y el crecimiento controlado de tejidos y órganos mediante novedosos materiales biodegradables que sirven de soporte.

Actualmente es profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde dirige uno de los laboratorios de ingeniería biomédica de más relevancia internacional. Aunque se licenció en Ingeniería, realizó estudios postdoctorales en Medicina, lo que marcó el rumbo de sus futuras investigaciones, situadas en la frontera entre la ciencia de materiales y la biotecnología.

Reconocido por la comunidad científica como uno de los investigadores más innovadores e interdisciplinares, Robert Langer posee la Medalla Nacional de Ciencias de Estados Unidos, además de numerosos galardones entre los que destacan el Premio de la Fundación Gairdner (Canadá, 1996), el Dickson Prize (EE.UU., 2002), el Nagai (Japón, 2002), el John Fritz (EE.UU., 2003), el Harvey (Israel, 2003), el Dan David (Israel, 2005) y el Max Planck (Alemania, 2008) y el Premio de Tecnología del Milenio (Finlandia, 2008), considerado el Nobel de Tecnología. Miembro de las Academias Nacionales estadounidenses de Ciencias e Ingeniería, es autor de más de 1.000 artículos publicados en las revistas científicas más prestigiosas del mundo y tiene registradas 600 patentes.

George M. Whitesides nació en 1939 en Louisville (EE.UU.). Estudió en la Universidad de Harvard (EE.UU.) y se doctoró en el Instituto Tecnológico de California en 1964. Trabajó en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (1963-1982) y, desde 1982, forma parte del Departamento de Química de la Universidad de Harvard, que dirigió entre 1986 y 1989. Además, fue decano de la Facultad de Artes y Ciencias en dicha Universidad (1989-1992).
Ha desarrollado novedosas y eficientes técnicas de fabricación de materiales en la nanoescala. Entre ellas se encuentran la litografía blanda, mediante la cual consigue que una molécula actúe de soporte o molde para generar multitudes de moléculas con unas características determinadas. También es uno de los padres del autoensamblado molecular, que permite el crecimiento de los materiales de forma organizada, y la litografía blanda, en la que un nanomaterial sirve de molde o soporte para generar materiales con unas determinadas características.

Ha sido asesor de instituciones estadounidenses como el Consejo Nacional de Investigación, la Fundación Nacional de Ciencia, el Departamento de Defensa y la NASA. Autor de 1.015 artículos que han sido citados 37.253 veces, ha desarrollado 70 patentes y, con un índice h de 140, lidera el ranking mundial de Química. Doctor honoris causa por la Universidad de Twente (Holanda), recibió la Medalla Nacional de Ciencia (EE.UU., 1998), el Premio Von Hippel de la Sociedad de Investigación de Materiales (EE.UU., 2000), el Kyoto Prize de la Fundación Inamori (Japón, 2003), el Premio Paracelsus de la Sociedad Suiza de Química (2004), el Dan David (Israel, 2005) y el Welch Award (EE.UU., 2005). Es miembro de la Real Academia de Artes y Ciencias de Holanda, de la Academia Nacional de Ciencias de la India y pertenece a las principales sociedades científicas americanas, como la de las Artes y las Ciencias, la Nacional de Ingeniería, la de Filosofía y la de Ciencias de Nueva York, entre otras.

Tobin Marks nació en Washington (EE.UU.) en 1944. Está considerado un referente en la catálisis química, que le ha llevado a desarrollar procesos para varios tipos de plásticos reciclables e inocuos al medio ambiente. Ha desarrollado también un prototipo de celdas solares fotovoltaicas de tercera generación, compuestas de materiales orgánicos, flexibles, eficientes y de bajo coste, así como sensores y moduladores de luz para la transmisión más eficiente de datos. Otros de sus logros son transistores y diodos emisores de luz basados en materiales orgánicos (OLED), que suponen ahorro energético y pueden ser incorporados en dispositivos electrónicos como PDAs, teléfonos celulares, siendo además la base del denominado papel electrónico.

Licenciado por la Universidad de Maryland (1966), en 1970 obtuvo el doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). Actualmente es profesor Vladimir N. Ipatieff de Química, Ciencias de los Materiales y Química Catalítica en la Universidad Northwestern (Chicago). Es autor de 902 artículos y 87 patentes, posee la Medalla Nacional de Ciencias (EE.UU., 2005), la de la Sociedad de Química (Reino Unido), el premio Karl Ziegler de la Sociedad de Química Alemana y la medalla del Instituto Americano de Química, entre otras. Entre los galardones que ha recibido destacan el Premio de la Sociedad Americana de Química por materiales polímeros (1983), Química Organometálica (1989), Química de Materiales (1994) Química Inorgánica (2001), distinguido por sus Servicios en el Fomento de la Química Inorgánica (2008) la Medalla Willard Gibs (2001), la Medalla Linus Pauling (2001), la Medalla F.A. Cotton (2000), el Paolo Chini Award de la Sociedad Italiana de Química (1999), las Medallas del Centenario y Frankland de la Real Sociedad de Química (1997, 2004), y el Burwell Award de la Sociedad Norteamericana de Catálisis (2001), entre otros. Es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias, y Academia Nacional de Ciencias de Alemania.

Los Premios Príncipe de Asturias están destinados, según los Estatutos de la Fundación, a galardonar la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, equipos de trabajo o instituciones en el ámbito internacional. Dentro de este espíritu, el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica será concedido a la persona, personas, equipo de trabajo o institución cuyos descubrimientos o labor de investigación representen una contribución relevante para el progreso de la Humanidad en los campos de las Matemáticas, Física, Química, Biología, Medicina, Ciencias de la Tierra y del Espacio, así como técnicas y tecnologías relacionadas con ellas.

En esta edición concurrían un total de 43 candidaturas, procedentes de Argentina, Bélgica, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Ghana, Israel, Italia, Japón, Mali, México, Mozambique, Perú, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suiza, Tanzania, Venezuela y España.

Este ha sido el tercero de los ocho Premios Príncipe de Asturias, que se conceden este año, en que cumplen su vigésimo octava edición. Anteriormente fueron otorgados el Premio Príncipe de Asturias de las Artes a las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, fundadas por José Antonio Abreu, y el de Cooperación Internacional a las organizaciones que lideran en África la lucha contra la malaria: el Ifakara Health Research and Development Centre (Tanzania), The Malaria Research and Training Center (Mali), el Kintampo Health Research Centre (Ghana) y el Centro de Investigação em Saúde de Manhiça (Mozambique). En las próximas semanas se fallarán los correspondientes a (por orden) Comunicación y Humanidades, Ciencias Sociales y Letras. Los Premios Príncipe de Asturias de Deportes y Concordia se fallarán el próximo mes de septiembre.

Cada uno de los Premios Príncipe de Asturias, concedidos por primera vez en 1981, está dotado con cincuenta mil euros, la escultura creada y donada expresamente por Joan Miró para estos galardones, un diploma y una insignia acreditativos. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo, en un solemne acto presidido por S.A.R. el Príncipe de Asturias.

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